“Mientras la antigua resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) catalogaba de ilegal al programa nuclear iraní y prohibía a todos los países del mundo ayudar a Irán en ese ámbito, la nueva —la número 2231—impulsa a todos los países del mundo a cooperar con la República Islámica en materia nuclear”, ha afirmado este viernes Araqchi en una reunión con los gobernadores de la provincia de Azerbaiyán Oriental, en el noreste de Irán.
El acuerdo nuclear, conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), es un gran logro para el pueblo iraní, ha subrayado Araqchi, para luego explicar que el pueblo persa resistió durante 12 años frente a todas las amenazas y sanciones para demostrar al mundo el carácter pacífico de su programa nuclear y reivindicar su legítimo derecho a desarrollarlo.
Mientras la antigua resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) catalogaba de ilegal al programa nuclear iraní y prohibía a todos los países del mundo ayudar a Irán en ese ámbito, la nueva —la número 2231—impulsa a todos los países del mundo a cooperar con la República Islámica en materia nuclear”, ha afirmado el vicecanciller iraní Abás Araqchi.
A su juicio, las superpotencias y el CSNU se rindieron finalmente a la voluntad del pueblo y se vieron obligados a aceptar que Irán siga enriqueciendo uranio y mantenga en funcionamiento el reactor de agua pesada de Arak y la central nuclear de Fordo, ambos en la región central al sur de la capital, Teherán.
“Si las superpotencias pudieran destruir nuestras instalaciones nucleares no estarían dispuestas a dialogar. El poder disuasivo de Irán las obligó sentarse en la mesa de diálogo”, ha añadido Araqchi.
El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, y la jefa de la Diplomacia europea, Federica Mogherini, anunciaron el pasado 16 de enero en Viena, capital de Austria, la entrada en vigor del histórico acuerdo nuclear alcanzado en julio de 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1 (EE. UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania).
Tal y como estipula el JCPOA, Irán ha aplicado una serie de restricciones a su programa de energía nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones impuestas a Teherán a raíz de la cuestión nuclear y del reconocimiento por la comunidad internacional del derecho de Irán a enriquecer uranio.
En efecto, la Unión Europea (UE), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Estados Unidos levantaron las sanciones impuestas a Irán por su programa de energía nuclear después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) confirmara el cumplimiento por Irán de cada uno de sus compromisos conforme al acuerdo nuclear.
El programa de misiles de Irán es innegociable
A continuación, Araqchi se ha referido a la prueba realizada el miércoles por el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) de dos misiles balísticos de largo alcance, en el marco de maniobras a gran escala de carácter preventivo iniciadas el martes para probar este tipo de armamento, pese a las advertencias en contra hechas por Estados Unidos.
En este contexto, el diplomático ha vuelto a reiterar que el programa de misiles persa no es negociable, y que Teherán es muy serio en la defensa de su interés nacional.
“Somos muy serios en cuanto a nuestros intereses nacionales y lo demostramos ya con la prueba del misil balístico de largo alcance Emad”, ha concluido.
Durante los dos días de maniobra militar con proyectiles, el CGRI lanzó los misiles Qadr H, Qadr F, Qiam y Shahab, estos dos últimos de medio alcance.
El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE. UU., Edward Royce, aseveró el miércoles que con estas pruebas, Irán se había “burlado” de la promesa del presidente estadounidense, Barack Obama, de hacer frente al programa de misiles de Irán, al tiempo que pidió una aplicación "agresiva" de todas las sanciones contra Irán.
Irán sostiene que su poderío militar no representa amenaza alguna para otros países, ya que la doctrina defensiva de la República Islámica radica únicamente en la disuasión.
En esta línea, el comandante general del CGRI, Mohamad Ali Yafari, ha relevado que “la seguridad de Irán es la de nuestros vecinos en la región”, y que los ensayos de misiles son una respuesta contundente al "parloteo" de los enemigos de la República Islámica sobre sanciones contra Irán por su programa balístico.
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