En una decisión muy criticada desde algunos sectores, el Gobierno del conservador Rishi Sunak ha desplegado 1200 militares y un millar de funcionarios para evitar que la situación que la situación en los aeropuertos durante las fiestas de fin de año y de los enfermos graves que necesitan un traslado no derive en el caos absoluto.
Londres toma esa medida luego de conocerse que unos 10 000 trabajadores de ambulancias pararán el 21 y el 28 de diciembre y el sindicato de enfermeras se unirá a ellos el 20 de diciembre para reivindicar mejores salariales.
Mientras, los agentes de la Fuerza de Fronteras interrumpirán su trabajo durante ocho días, del 23 al 31 de diciembre, lo que podría producir importantes alteraciones en los viajes durante la Navidad.
Sin embargo, el propio jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas británicas, el almirante Tony Radakin, ha cuestionado el uso del ejército como un “servicio de repuesto”, afirmando que sería “peligroso” tratarlo como “último recurso” en situaciones como las huelgas que afronta el país.
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