Ajith Sunghay, jefe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, expresó su profunda preocupación tras una reciente visita a la región. Durante su estancia, observó que “cada vez, el nivel de destrucción se vuelve más grave”.
Con la llegada del invierno y las lluvias, las condiciones humanitarias desesperan. Miles de personas desplazadas viven en refugios improvisados o edificios dañados, enfrentando escasez severa de alimentos y problemas sanitarios.
La situación es crítica, con mujeres y niños buscando alimentos en la basura y mercados locales cerrados debido a la falta de suministros. Recientemente, un incidente trágico dejó tres mujeres muertas durante una estampida en una panadería, reflejando la creciente desesperación.
Las organizaciones humanitarias han expresado su preocupación por el deterioro crítico de la situación humanitaria en Gaza, atribuyéndolo a las severas restricciones impuestas por el régimen de Israel sobre la entrada de ayuda humanitaria. Las consecuencias para los habitantes de Gaza podrían ser catastróficas en los próximos meses.
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