La operación tuvo lugar en la ciudad de Salfit, donde un combatiente palestino abrió fuego contra un autobús israelí en el cruce de Giti Avishar, cerca del asentamiento ilegal de Ariel.
De acuerdo con el balance divulgado por el servicio de emergencias de Israel, tres de los heridos por bala se encuentran en estado grave.
La operación de resistencia ha llevado a cabo este viernes atacando el vehículo en el cruce de Giti Avishar, cerca del asentamiento ilegal de Ariel, cerca de la ciudad.
Poco después, las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, brazo militar del Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS), emitieron una declaración y asumieron la responsabilidad del ataque.
Durante esta operación, “uno de nuestros valientes guerreros tendió una emboscada a un grupo de soldados y colonos sionistas dentro de un autobús, hiriendo a nueve personas, tres de las cuales se encuentran en estado grave”, afirmó el movimiento palestino.
The toll has risen to nine settlers injured, including three in critical condition, in a shooting operation outside the colonial Israeli settlement of Ariel in the occupied West Bank. The executor of the operation was subsequently shot dead by Israeli occupation forces. pic.twitter.com/lDmtXwR3IZ
— Quds News Network (@QudsNen) November 29, 2024
Mientras tanto, un medio de la resistencia ha informado que “el autor de la operación, Samer Mohammed Ahmed Hussein, de 46 años, originario de la aldea de Einabus, al sur de la ciudad de Nablus, en el norte de Cisjordania, recibió un disparo y resultó gravemente herido”.
Estos acontecimientos tuvieron lugar en el contexto de la guerra incesante de Israel contra la Franja de Gaza, que ha causado la muerte de 44 363 personas y dejado a 105 070 heridos desde octubre de 2023.
A pesar de todos los crímenes que sigue cometiendo, el régimen israelí ha admitido que después de más de un año de guerra, aún no ha podido lograr sus objetivos declarados, que es destruir el movimiento de Resistencia palestino HAMAS y devolver a los retenidos israelíes de la Franja.
A pesar de los crímenes continuos que comete, el régimen israelí ha reconocido que, tras más de un año de guerra, no ha logrado sus objetivos declarados: destruir a HAMAS y garantizar el retorno de los israelíes retenidos en la Franja de Gaza.
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