El caso de las huelgas masivas en el Reino Unido, por mejores salarios y condiciones de vida, en concreto en el sector de la salud, llegó al Parlamento británico. El opositor partido Laborista denunció que los paros son una insignia de vergüenza para este gobierno, liderado por el conservador Rishi Sunak, que prioriza, dice, las políticas de su partido a los pacientes.
Para solucionar la crisis, los laboristas sugieren al premier, eliminar el inusual régimen fiscal non-dom del país, que permite a personas, como la esposa de Sunak, ganar dinero en el extranjero sin pagar impuestos durante un máximo de 15 años.
El primer ministro británico, no obstante, defendió la gestión de su Gobierno, diciendo que ya se había invertido miles de millones adicionales en el Servició Nacional de Salud y contratado más médicos y enfermeros. A eso, dice, se suma un aumento salarial que ya ha recibido este sector.
Según distintos expertos económicos, la economía no ha estado muy bien durante los 12 años de gobierno conservador. Ante la política de austeridad y los recortes del gasto público implementados por los tories desde su llegada al poder en 2010. Los huelguistas exigen aumentos justos a los salariales para poder resistir a una inflación sin precedentes, que parece también descontrolada.
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