La muerte de la reina Isabel II sitúa al Reino Unido ante una situación incierta. Su hijo mayor hereda la jefatura de Estado, mientras que afronta el reto de preservar las cenizas del imperio británico y su influencia global.
En las últimas décadas, la popularidad de la monarquía en algunos de los reinos de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones) se ha resentido, y los movimientos republicanos han ganado impulso en numerosos países y territorios de ultramar.
De hecho, cuando Isabel II llegó al trono en 1952, era la autoridad de 32 naciones. Pero, a día de hoy, la monarquía británica solo reina en 15 Estados, incluidos Australia y Canadá.
Entretanto, la relación con las excolonias caribeñas es cada vez más tensa y el pasado esclavista del Reino Unido ha empañado las relaciones con algunas de ellas.
En Australia, donde en los años noventa la monarquía ganó un referéndum con el 55 % de los votos, varios políticos como el ex primer ministro Marcolm Turnbull han expresado dudas sobre mantener la corona tras el reinado de Isabel II. Por lo tanto, la sucesión puede reabrir el debate, mientras Carlos no cuenta con el aprecio personal que despertaba su madre entre los australianos. Su difunta madre era abrumadoramente más popular y respetada.
A su vez, el actual primer ministro australiano, el laborista Anthony Albanese, asumió el poder en mayo con un mensaje claro de que “la república será una realidad”.
En Canadá, también existe cierto movimiento republicano, especialmente en Quebec y la sucesión de Carlos reabrirá el debate sobre la monarquía.
Por otro lado, el papel de la monarquía británica sigue siendo vital para que el Reino Unido mantenga su hegemonía en la Commonwealth.
Desde noviembre de 2021, cuando Barbados pasó a ser una república, el Palacio de Buckingham comenzó a diseñar estrategias para tratar de evitar que se extienda el ejemplo. El príncipe Guillermo y su esposa, la princesa Catalina, visitaron la región, en una visita organizada para seducir a los caribeños, pero la gira fue calificada de “desastre” de relaciones públicas.
De hecho, los duques fueron recibidos con protestas en Jamaica, mientras que los miembros del Gobierno aprovecharon para pedir compensaciones por los años de la esclavitud. En Belice también comenzaron a preparar el terreno para ser la siguiente excolonia que pase a ser una república.
Además de todo esto, Carlos hereda un Reino Unido en la mayor crisis desde la coronación de su madre. El país experimenta incertidumbres político y económicos por el Brexit (salida de la Unión Europea, UE) y la pandemia del nuevo coronavirus.
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