La Corte de la Corona de Southwark, en Londres, ha condenado a 50 semanas de prisión al periodista por esa infracción de 2012, cuando se refugió en la embajada de Ecuador en la capital británica para no ser extraditado a Suecia.
Este es, sin embargo, solo el primer capítulo de la batalla legal que espera al australiano. Según ha comunicado WikiLeaks por Twitter, Assange tiene programada el 2 de mayo una audiencia ante el Tribunal de Magistrados de Westminster, donde se escuchará la solicitud de su extradición de Estados Unidos, que lo acusa de filtrar información secreta en su portal, incluidos datos sobre las guerras de Washington en Afganistán e Irak.
Mientras Assange comparecía ante el tribunal, un grupo de personas se ha concentrado frente al tribunal capitalino pidiendo justicia para el fundador de WikiLeaks y que no sea extraditado.
“¡Qué vergüenza del Reino Unido!” y “¡Qué vergüenza de Ecuador, vender a Assange!”, gritaba una mujer entre el puñado de manifestantes congregados en la puerta del tribunal, mientras otro enarbolaba una pancarta que decía “Liberen a Julian Assange, candidato al Premio Nobel de la Paz”, frente a una docena de cámaras de televisión.
¡Qué vergüenza del Reino Unido!” y “¡Qué vergüenza de Ecuador, vender a Assange!”, gritaba una mujer entre un puñado de manifestantes congregados en la puerta de un tribunal de Londres, capital británica, donde se ha condenado a 50 semanas de prisión al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
La Policía británica arrestó el 11 de abril al fundador de WikiLeaks en nombre de EE.UU. en la embajada de Ecuador, después de que el presidente del país sudamericano, Lenín Moreno, le retirara el asilo político del que gozaba desde el año 2012, lo que ha sido muy criticado en todo el mundo.
Distintos expertos consideran que la retirada del asilo a Assange es una “venganza personal” de Moreno por la revelación de WikiLeaks de documentos que lo vinculan con empresas situadas en el extranjero para evasión fiscal.
De ser extraditado a EE.UU., diversas fuentes estiman que la Justicia estadounidense prepara cargos en contra del periodista que podrían acarrearle varias décadas de prisión.
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