El Gobierno del Reino Unido prohibió en 2012 la exportación de armamento y artículos de uso dual (militar y civil) a las Fuerzas Armadas de Argentina, en una escalada de tensiones por la soberanía de las islas Malvinas con la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En una carta dirigida el miércoles al Parlamento de su país, el vicecanciller británico Alan Duncan recuerda que esa medida se adoptó “en un momento en el que el Gobierno argentino estaba emprendiendo acciones en escalada orientadas a a dañar los intereses económicos de los isleños”.
Dado que las relaciones británico-argentinas han estado mejorando desde la elección en 2015 del presidente Macri, Duncan dice creer apropiado “levantar las restricciones adicionales impuestas en 2012″.
Pese a todo, las ventas continuarán sujetas a evaluaciones de cada caso individual y a la condición de que ninguna transacción perjudique los intereses del Reino Unido en materia de defensa y seguridad.
Además, Duncan explica que se mantendrán algunas restricciones, en concreto “la venta de equipos que puedan mejorar la capacidad militar de Argentina” y no solo mantenerla.
Argentina y el Reino Unido mantienen una disputa territorial por las Malvinas desde 1833, cuando el país europeo ocupó el archipiélago. El litigio llevó a ambos países a una guerra en 1982. Desde entonces, el Gobierno de Buenos Aires ha reivindicado en distintos foros internacionales la soberanía de las islas e instado a Londres a sentarse a la mesa de negociaciones para resolver la cuestión.
No obstante, tras llegar al poder el presidente Macri anunció en diciembre de 2015 que se decantaría por una postura no “muy dura” sobre las Malvinas, en contraposición con la política de los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (2003-2015). La oposición argentina ha criticado la postura pasiva del actual Ejecutivo ante el archipiélago.
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