En una entrevista concedida a la radio local Nur con motivo del vigésimo aniversario de la retirada del ejército israelí del sur de El Líbano tras su derrota ante la Resistencia, el máximo responsable de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, ha dejado claro que el régimen de Tel Aviv es vencible.
“El Israel del año 2000 ya no era el de antes y su ejército, que era invencible, resultó vencido. Si Dios quiere, el régimen de Israel perderá cualquier batalla en el futuro”, ha indicado.
La Resistencia “sostiene que el régimen racista israelí desaparecerá”. “Cuando el factor externo en el que se apoya Israel pierda fuerza, es decir, EE.UU., este régimen colapsará”, según Nasralá.
La presencia de Estados Unidos en Asia Occidental —añade— habla de la “debilidad de sus aliados y de la fortaleza de la Resistencia”. “EE.UU. respalda a Israel para velar por sus propios intereses”, ha aclarado.
Para el jefe de la Resistencia libanesa, la evolución de la situación regional no favorece a Israel, pues actualmente los grupos de la Resistencia, desde El Líbano hasta la Franja de Gaza, están armados con misiles capaces de alcanzar todas las ciudades israelíes, ha advertido.
“Si nos atacan, ni las ciudades ni las fronteras israelíes estarán a salvo. Aquellos que piden el desarme de la Resistencia deberían repasar la historia. En el pasado Israel nos bombardeaba constantemente, pero ahora sabe que responderemos”, advierte.
El ejército israelí y Hezbolá libraron durante años encarnizados combates en el sur de El Líbano, en un área ocupada por Israel, la llamada “zona de seguridad”. El 25 de mayo del año 2000, el grupo libanés obligó al enemigo israelí a retirarse tras 22 años de ocupación. Ese día ha pasado a conocerse como el Día de la Resistencia y la Liberación.
Desde entonces, el movimiento libanés se ha convertido en una poderosa fuerza militar, capaz de hacer frente a cualquier agresión del régimen de Tel Aviv; algo que también reconocen muchos funcionarios israelíes.
Hezbolá se fundó en el año 1982, tras la invasión y ocupación del sur de El Líbano por Israel. Desde entonces ha asestado repetidos golpes al ejército israelí en varias guerras, entre las que destaca la guerra de los 33 días, en julio de 2006.
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