Publicada: miércoles, 16 de octubre de 2024 6:02

La visita del presidente del Parlamento de Irán a Líbano, desafiando las amenazas sionistas, muestra lo que realmente significa la solidaridad.

Por: Musa Iqbal *

Las últimas semanas han demostrado una vez más que, si uno es amigo de la República Islámica de Irán y se posiciona del lado correcto de la historia, la nación iraní también será un aliado y un apoyo inquebrantable a cambio.

A pesar de las amenazas sionistas de asesinato e incluso de hacer estallar aviones que transportan a funcionarios iraníes tras la operación Verdadera Promesa II, hemos sido testigos de la realización de viajes públicos por parte de altos funcionarios iraníes a países de la región, incluyendo Líbano.

Estos viajes tuvieron lugar en medio del implacable bombardeo del régimen israelí sobre Gaza y Líbano, tras su fracaso en invadir este último por tierra debido a las tácticas de guerra híbrida notablemente superiores del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).

Las advertencias sobre la prohibición de volar hacia Líbano no disuadieron a los funcionarios iraníes. El ministro de Asuntos Exteriores, Syed Abás Araqchi, fue el primero en visitar Líbano, llevando consigo ayuda humanitaria, el 4 de octubre. Aterrizó en Beirut, capital libanesa, horas antes de que el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, dirigiera las históricas oraciones y sermones del viernes en Teherán, capital iraní.

El ayatolá Jamenei defendió la operación Verdadera Promesa II, que asestó un duro golpe a la entidad sionista, y advirtió al régimen de Tel Aviv contra la repetición de una aventura militar temeraria. En Beirut, Araqchi se reunió con altos funcionarios libaneses y reafirmó el apoyo inquebrantable de Irán al gobierno, al pueblo y a la Resistencia del país árabe.

El principal diplomático iraní se trasladó a Damasco, capital siria, desde Beirut, desafiando las amenazas israelíes. Para desagrado de los sionistas, su visita fue solo un anticipo de lo que estaba por venir.

El sábado 12 de octubre, el presidente del Parlamento iraní, Mohamad Baqer Qalibaf, también llegó a Beirut, pilotando su propia aeronave, que aterrizó en la capital libanesa en medio de columnas de humo provocadas por los bombardeos israelíes.

Imperturbable ante las amenazas contra los aviones iraníes, Qalibaf tomó las riendas de la situación, se vistió con el atuendo de piloto y llegó a Líbano como un poderoso acto de solidaridad con el pueblo libanés.

Qalibaf dista de ser un político común. Se desempeñó como comandante de la Fuerza Aérea del Cuerpo de la Guardianes de la Revolución Islámica desde 1997 hasta 2000. Además, es un veterano de la guerra impuesta por el exrégimen iraquí contra Irán, conocida como la Defensa Sagrada, donde inició su carrera militar a principios de la década de 1980, ascendiendo rápidamente en las filas como un hábil táctico y estratega.

“Queríamos enfatizar que seguimos el ejemplo de nuestro querido Líder [Ayatolá Jamenei], quien dirigió las oraciones del viernes a pesar de las amenazas del enemigo, con una fuerte presencia de nuestro orgulloso pueblo que siempre está en la primera línea”, declaró el presidente del Parlamento iraní en Beirut al ser preguntado sobre su pilotaje del avión.

Al exponer al ente sionista como un mero “tigre de papel”, Qalibaf y otros funcionarios iraníes que participaron en una diplomacia activa en medio de amenazas y fanfarronerías buscaban galvanizar un mayor apoyo para la causa palestina y libanesa en toda la región.

Ciertos estados árabes continúan colaborando con el régimen sionista o se niegan a apoyar a las fuerzas de Resistencia y a los palestinos, en gran medida por temor a represalias sionistas. También desean evitar antagonizar a los estadounidenses.

Irán, por su parte, está demostrando que estas amenazas son vacías, siempre que exista unidad en torno a la causa palestina, como subrayó el ayatolá Jamenei en su reciente sermón histórico del viernes.

La visita de Qalibaf a Líbano, donde recorrió los suburbios bombardeados por aviones de guerra israelíes en las últimas semanas, también subrayó el creciente poder blando de Irán en la región, al mantenerse firme junto a sus aliados, especialmente en tiempos de necesidad.

Qalibaf recorrió áreas en el centro y sur de Beirut que fueron objeto de la agresión israelí, un gesto que ni siquiera algunos políticos libaneses prooccidentales han realizado.

A pesar de la amenaza de bombardeos y del habitual modus operandi de asesinatos del régimen sionista, Irán envía un mensaje claro: su solidaridad con los oprimidos y ocupados no conoce límites.

Irán quiere que la región entienda que no tienen que someterse al régimen sionista y que la paz regional es posible a través del rechazo a la agresión respaldada por Occidente.

“No tememos al enemigo, y llevamos a cabo esta misión en plena conformidad con el derecho internacional. No tenemos miedo de venir aquí”, declaró Qalibaf a los periodistas durante su visita, irradiando una notable confianza.

Mientras Israel continúa el bombardeo sistemático de Gaza y Líbano, también ha amenazado a Irán con agresiones militares tras haber sido sacudido por los ataques de misiles balísticos iraníes, que se dieron en respuesta a una serie de asesinatos de altos líderes de la Resistencia, incluyendo al secretario general de hezbolá, Seyed Hasan Nasralá; el jefe del buró político del movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya; y el alto comandante del CGRI de Irán, Abbás Nilforushan.

En respuesta, Qalibaf desafió al régimen de Tel Aviv: “Responderemos con fuerza de manera notable y apropiada. Esto ya se ha demostrado antes, y espero que sirva de lección a nuestros enemigos”.

El Cuerpo de la Guardianes advirtió a Israel que, si retaliara tras la conclusión de la operación de misiles Verdadera Promesa II, enfrentaría ataques aún más duros, con sitios militares y energéticos sensibles como posibles objetivos si fuera necesario.

La visita de Qalibaf —pilotando su propio avión y aterrizando en Beirut para declarar su apoyo total a Líbano y a la Resistencia— eleva las apuestas en la confrontación con el régimen sionista.

Los ataques israelíes alrededor del aeropuerto de Beirut se han intensificado, lo que ha llevado a la cancelación de cientos de vuelos, mientras el régimen sionista monitoriza de cerca todo el tráfico aéreo que entra y sale del aeropuerto. Sin embargo, Irán se mantiene firme en su compromiso con la Resistencia, especialmente en momentos críticos.

Mientras algunas naciones han capitulado ante el régimen sionista, Irán ha aumentado su apoyo a las fuerzas de Resistencia y ha respaldado a aquellos que se encuentran en la mira de los sionistas.

Durante sus encuentros con periodistas y residentes locales en las áreas afectadas, Qalibaf aseguró al pueblo libanés que no solo recibirían ayuda inmediata de Irán, sino también apoyo a largo plazo para la reconstrucción de la infraestructura destruida por la agresión sionista.

“Es natural para nosotros contribuir a la reconstrucción de la infraestructura dañada. Ofreceremos apoyo, y los países islámicos también desempeñarán un papel”, afirmó.

El papel de liderazgo de Irán en la región sigue creciendo a pesar de las violentas amenazas y ataques tanto de Estados Unidos como de Israel. Al ofrecer una alternativa a la capitulación sionista, Irán también está demostrando que deben tomarse medidas concretas para apoyar a la Resistencia y al pueblo libanés.

Irán sigue siendo un socio inquebrantable del pueblo libanés, quizás incluso más comprometido que algunos funcionarios libaneses. Estamos siendo testigos del surgimiento de una nueva era en la política regional de Asia Occidental, donde la solidaridad y la unidad no son solo consignas políticas, sino acciones concretas.

* Musa Iqbal es un investigador y escritor con sede en Boston, especializado en política doméstica y exterior de Estados Unidos.


Texto recogido de un artículo publicado en PressTV.