En su intervención en la reunión del Grupo de aliados de la Defensa de Ucrania celebrada en la base aérea estadounidense en Alemania, el jefe del Pentágono anunció la entrega de otro paquete de armamento a Kiev. Tras calificar la situación como crítica, Lloyd Austin urgió a todos los aliados a intensificar su ayuda al país eslavo.
En paralelo de la decisión bélica de Washington, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) confirmó la intención de los aliados de proporcionar a Ucrania una ayuda militar a largo plazo con un umbral "mínimo" de 40 mil millones de euros para el próximo año.
Ante la posición cada vez más agresiva de la Casa Blanca respecto a Rusia, el canciller ruso ha declarado la disposición de su país para renovar las negociaciones de paz si el Occidente permite al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, volver a la mesa de diálogos.
Moscú ha denunciado en reiteradas ocasiones las injerencias abusivas de la OTAN encabezadas por Washington en el conflicto. Según Rusia, el envío de armas a Kiev tendrá el riesgo de prolongar la guerra. Haciendo caso omiso a tales advertencias, Alemania y el Reino Unido informaron, respectivamente, de la entrega de apoyo militar adicional a Kiev valorada en 150 millones y 210 millones de euros. Lo que agravará aún más la situación.
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