Según ha informado este martes el diario británico The Guardian, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) deportó el lunes a al menos 72 personas a Haití, incluidos un bebé de dos meses y 21 niños.
Esta medida del ICE se considera una “aparente violación flagrante” de las órdenes dadas por la Administración de Biden, que dictaminó el pasado enero una suspensión de 100 días de las deportaciones de migrantes, aunque con algunas excepciones para “los presuntos terroristas y delincuentes condenados potencialmente peligrosos”.
Sin embargo, una semana después, el juez federal Drew Tipton, del Distrito Sur de Texas, bloqueó la nueva orden del mandatario argumentando que la medida era “anticonstitucional”, y violaba un acuerdo de cooperación y notificación entre Texas y el Departamento de Seguridad Nacional.
Los activistas de derechos humanos están preocupados, sobre todo, por la seguridad de los niños haitianos deportados, dado que están siendo devueltos a un país envuelto en una “agitación política que se está agravando rápidamente”. Además, han expresado su consternación por la situación de los migrantes, subrayando que “se parece mucho a la línea dura que mantuvo el Gobierno del exmandatario estadounidense Donald Trump”.
“Es inconcebible que nosotros, como país, continuemos con las mismas políticas draconianas y crueles que siguió la Administración Trump”, enfatizó la directora ejecutiva del Grupo de Apoyo a la Inmigración Haitian Bridge Alliance, Guerline Jozef.
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