En una rueda de prensa en Wilmington (Delaware), Biden ha presentado este martes a los miembros de su futura Administración, un gabinete al que describió de “equipo que refleja el hecho de que EE.UU. está regresando” a la arena internacional.
El demócrata ha prometido que su país estará “listo para liderar al mundo y no retirarse, para volver a sentarse a la cabeza de la mesa, listo para desafiar a nuestros adversarios y no rechazar a nuestros aliados, listo para defender nuestros valores”.
De hecho, ha comentado que tras las presidenciales recibió llamadas de cierto número de líderes internacionales que le expresaron sus expectativas de que Estados Unidos reafirme su papel como líder global en el Pacífico, el Atlántico y a lo largo del mundo.
Tras destacar la importancia de la diplomacia, Biden ha asegurado que Washington no perderá a partir de ahora el tiempo en “intervenciones innecesarias”. “Vamos a tener a los enemigos bajo control y a los terroristas a distancia”, añade.
En ese sentido, la que será la primera vicepresidenta mujer de EE.UU., Kamala Harris, ha asegurado que el país debe reincorporarse al mundo y reconstruir sus alianzas.
Muchos de los nombrados por Biden cuentan con largas carreras en el servicio público, lo que ha sido descrito por muchos como un regreso a la normalidad en Washington.
Entre ellos se encuentran Antony Blinken, que fue asesor principal durante mucho tiempo y pasará a ser secretario de Estado; Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional; Avril Haines, nombrada directora de Inteligencia nacional; y Linda Thomas-Greenfield, seleccionada como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
El anuncio de los miembros clave del gabinete del presidente electo y de altos cargos llega poco después de que la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés) comunicara el lunes por la noche al equipo de Biden que iban a iniciar el proceso formal de la transición al “aparente ganador” de las elecciones.
A través de su cuenta en Twitter, el mandatario saliente de EE.UU., el republicano Donald Trump, aún sin reconocer su fracaso en la cita electoral del 3 de noviembre, dio luz verde en la misma jornada a la GSA para que “haga lo necesario”, es decir, para que inicie el traspaso del poder a Biden.
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