En un informe publicado el jueves por la cadena NBC News, hizo alusión a las acusaciones de los funcionarios de Inteligencia de EE.UU. en septiembre contra Rusia en la que dicen que Moscú, y otros adversarios extranjeros, podrían aprovechar la demora generada en la difusión de los resultados debido a la pandemia para difundir desinformación con el objetivo de socavar la confianza en la votación.
Pero en lugar de hacer eso, los funcionarios estadounidenses y los expertos manifiestan que los rusos y otros influyentes extranjeros no necesitan adoptar tales medidas contra el proceso electoral, ya que les basta informar de las afirmaciones, hechas sin evidencia, por el presidente, Donald Trump, y sus aliados de que les están “robando” las elecciones.
“El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que no se contarán todos los votos que se reciban después del día de las elecciones”, informó la agencia de noticias rusa Sputnik después de que Trump tuiteó “Paren el conteo” el jueves por la mañana.
“Trump llama a los resultados ‘gran VICTORIA’ y acusa a sus oponentes de ‘intentar ROBAR’ la elección” en unos mensajes que reciben “la etiqueta ‘engañosa’ de Twitter”, así informó el miércoles otro medio ruso, es decir la cadena de televisión rusa RT (Russia Today).
“Nada de lo que Rusia, Irán o China puedan decir es tan descabellado como lo que dice el presidente”, afirmó Clint Watts, un ex agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) que rastrea la desinformación extranjera. “No podemos decir esta vez que Rusia, Irán o China interfirieron de manera significativa. Esta vez no es necesario que escriban noticias falsas; nosotros estamos creando muchas noticias falsas”, agregó.
Trump y sus simpatizantes comenzaron especialmente el flujo de desinformación en internet sobre el proceso electoral desde el momento en que la ventaja del presidente ante su rival demócrata Joe Biden en estados clave comenzó a disiparse.
El jueves, Trump volvió a tuitear “DETENGA EL FRAUDE” y su aliado republicano, Newt Gingrich, escribió que cada vez está más claro que los demócratas están robando Wisconsin, Michigan y Pensilvania, y es casi seguro que la investigación arrojará muchos más votos robados que los márgenes actuales de Biden.
Estas declaraciones se producen un día después de que el inquilino de la Casa Blanca se autoproclamara vencedor y denunciara un “fraude” electoral sin aportar pruebas, además de amenazar con recurrir al Tribunal Supremo para detener el conteo de los sufragios.
Como han informado la NBC News y otras agencias de noticias importantes, no ha surgido ninguna evidencia de fraude electoral ya que un puñado de estados en disputa cuentan las boletas restantes, la mayoría de las cuales se enviaron por correo. Pero Trump y sus aliados han seguido afirmando lo contrario.
Ya antes de la cita electoral, el mandatario norteamericano había dicho que no aceptaría los resultados, si perdiese frente su rival. Por ello, varios observadores han advertido del creciente riesgo de una guerra civil y un golpe de Estado de grupos armados de extrema derecha cercanos al magnate.
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