El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha anunciado este miércoles que la Administración del presidente Donald Trump ha dispuesto sanciones contra los capitanes de cinco barcos iraníes que el pasado mes de mayo transportaron gasolina a Venezuela.
“Los activos de los capitanes se bloquearán y no podrán operar en aguas estadounidenses”, ha dicho Pompeo en declaraciones ofrecidas a los periodistas.
El jefe de la Diplomacia estadounidense también ha afirmado que Washington seguirá apoyando al líder golpista venezolano Juan Guaidó, que en enero de 2019 se autoproclamó “presidente encargado” del país bolivariano, en un intento por desplazar del poder a Nicolás Maduro, elegido presidente a través de las urnas.
Pese a la campaña de sanciones de Washington, la República Islámica envió cinco buques cisterna a Venezuela, cargados con 1,53 millones de barriles de gasolina y aditivos, para paliar la gran escasez de combustible que sufre la nación sudamericana a raíz de las sanciones impuestas por EE.UU.
Ante tal coyuntura, Washington, que buscaba frustrar la alianza financiera Irán-Venezuela, amenazó con imponer sanciones a los puertos, compañías navieras y aseguradoras que facilitasen el envío de gasolina persa al país suramericano.
Sin embargo, desafiando las repetidas intimidaciones de EE.UU., el sexto buque iraní, esta vez cargado con alimentos, arribó el domingo a las costas de Venezuela, en el marco de la alianza estratégica Teherán-Caracas.
De hecho, el país persa ha dejado en claro que el comercio entre Irán y Venezuela es propio de dos países independientes y, por tanto, este asunto no incumbe a terceros.
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