Los integrantes del mayor sindicato de enfermeras y enfermeros de EE.UU., Enfermeras Nacionales Unidas (NNU, por sus siglas en inglés), han protestado este martes frente a la Casa Blanca por la desprotección que les rodea ante el brote del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad de la COVID-19, así como para llamar la atención sobre los miles de trabajadores de la salud en todo el país que se han infectado de este virus mortal.
Asimismo, han leído en voz alta los nombres de sus colegas muertos a causa del nuevo coronavirus.
El problema más grande para ellos —de acuerdo con un comunicado publicado en el sitio web de NNU— es la falta de equipo de protección personal.
Estos trabajadores de la salud han exigido que la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, promulgue un estándar temporal de emergencia para que los trabajadores sanitarios reciban equipos de protección óptimos.
El 4 de marzo, NNU solicitó equipamientos y nunca recibió una respuesta. Sin un estándar federal de salud y seguridad, las enfermeras y otros trabajadores de la salud en muchos hospitales de todo el país no han recibido los insumos adecuados para protegerlos de la exposición al virus.
“Con el fracaso de la Administración de Trump para proteger a los trabajadores de la salud, NNU exige que el Congreso incluya un estándar de emergencia obligatorio de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional en su próximo paquete legislativo sobre la COVID-19”, reza el comunicado.
Asimismo, agrega que las enfermeras también exigen que el presidente estadounidense use su autoridad, en el marco de la Ley de Producción de Defensa, para ordenar la producción en masa de elementos para protección, incluidos respiradores N95, protectores faciales, batas, guantes y cubiertas para zapatos, así como ventiladores y kits de prueba de la COVID-19.
Desde el inicio de la pandemia, en los hospitales de EE.UU. se ha informado de la falta de equipo, en particular de la protección personal que ayuda a mantener a salvo al personal médico ante los pacientes infectados.
Hasta el momento, el nuevo coronavirus ha infectado a más de 803 000 personas en EE.UU. y se ha cobrado la vida de 43 500.
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