Ayer miércoles, 20 de marzo, en el marco del aniversario de la invasión de EE.UU. a Irak, los representantes demócratas Ilhan Omar y Bernie Sanders calificaron de desastrosa la medida de Washington por haber provocado la destrucción y el caos en el país árabe.
“Hace 16 años, Estados Unidos invadió ilegalmente Irak, dejando un rastro de destrucción y vidas perdidas”, denunció el miércoles la congresista Ilhan Omar a través de su cuenta en Twitter.
Omar especificó que, como consecuencia de la invasión, al menos 4500 soldados estadounidenses perdieron la vida y más de 100 000 civiles iraquíes fueron asesinados.
En marzo de 2003, EE.UU. y el Reino Unido invadieron Irak, so pretexto de acabar con las “armas de destrucción masiva”, pero un año después, la Administración de George W. Bush, a través de David Kay, un ex inspector de armas de EE.UU., reconoció que su argumento sobre Irak “estaba equivocado”.
Hace 16 años, Estados Unidos invadió ilegalmente Irak, dejando un rastro de destrucción y vidas perdidas”, denunció la congresista estadounidense Ilhan Omar.
En este contexto, Omar destacó que hay que responsabilizar a los que mintieron repetidamente en el camino hacia la guerra entre ellos Bush y su vicepresidente, Dick Cheney.
El senador Bernie Sanders, por su parte, criticó la intervención militar estadounidense en Irak y recordó que se había opuesto a esta medida cuando se propuso la idea en el Congreso.
“Hace dieciséis años, EE.UU. invadió Irak. Me opuse a ello en ese momento, advirtiendo de las consecuencias involuntarias. Todavía estamos lidiando con esas consecuencias desastrosas hoy (…) Necesitamos una política exterior que se centre en la diplomacia, no en la guerra”, escribió Sanders en Twitter.
Las autoridades y grupos políticos de Irak aseguran que, si bien la invasión acabó con el régimen del dictador Sadam Husein, esta agresión desestabilizó Irak y fue el caldo de cultivo para la aparición de grupos terroristas, como EIIL (Daesh, en árabe) en toda la región de Oriente Medio.
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