Cada año el Gobierno de Donald Trump recibe de los trabajadores indocumentados miles de millones de dólares a pesar de que no puede beneficiarse de programas públicos. El Instituto estadounidense de Impuestos dice que 7 mil millones en ventas e impuestos especiales, 3600 millones en impuestos a la propiedad y 1.100 millones en impuestos a la renta.
Según el economista Iván González, los inmigrantes generan ingresos fiscales de los negocios que poseen, los empleos en los que trabajan y su poder adquisitivo, unas cantidades que desaparecerían si se vieran obligados a abandonar el país.
Según informes del Centro de Acción para el Progreso estadounidense, señalan que conseguir una protección permanente para este sector de la comunidad indocumentada significaría una contribución de 39.300 millones a la seguridad social y al programa de salud “Medicare” durante la próxima década.
Matt Gardner, director ejecutivo del Instituto de Póliza Fiscal de impuestos asegura que muchas veces los legisladores insinúan que las familias indocumentadas no están ayudando a los servicios estatales y locales.
Según sus palabras, dijo que, a nivel nacional, los inmigrantes indocumentados pagan casi $12,000 millones en impuestos y pagarían miles de millones adicionales bajo una reforma migratoria significativa.
Rosie Orbach, Los Ángeles.
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