El vicepresidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Paul Selva, ha recordado este viernes que el principal desafío de la Fuerza Espacial estadounidense —que se formarán en las próximas semanas— sería el problema de cómo hacer frente a los misiles hipersónicos desarrollados por Rusia y China, y en específico, cómo desarrollar sistemas de defensa que los puedan interceptar.
No obstante, ha estimado que se necesitaría de un esfuerzo colosal, dadas las altas velocidades en las que viajan estos misiles y el hecho de que la actual tecnología estadounidense es incapaz de rastrear objetos que vuelan a velocidades superiores a Mach 7, es decir, 8700 kilómetros por hora.
“Si piensas que la defensa antimisiles es fácil, pues piensa de nuevo. Estás disparando una bala con una bala y esta es la definición más clara. La situación se empeora cuando la bala viaja a una velocidad 13 veces superior a la velocidad del sonido y también puede hacer maniobras”, ha dicho el general estadounidense, quien sirve en la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF, por sus siglas en inglés).
Para asegurar la dominación estadounidense en el espacio, ha enfatizado, Estados Unidos necesita invertir grandes sumas de dinero y recursos en el desarrollo de armas y sistemas de defensa de última generación, que sean capaces de hacer frente a tanto los misiles hipersónicos como a las armas diseñadas por Rusia y China para derribar satélites.
Si piensas que la defensa antimisiles es fácil, pues piensa de nuevo. Estás disparando una bala con una bala y esta es la definición más clara. La situación se empeora cuando la bala viaja a una velocidad 13 veces superior a la velocidad del sonido y también puede hacer maniobras”, ha dicho el vicepresidente del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el general Paul Selva.
El jueves, el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, en su discurso con motivo de la creación de la sexta rama de las Fuerzas Armadas estadounidenses, urgió la necesidad de que Estados Unidos tenga “supremacía en el espacio”, por lo que pidió al Congreso dirigir recursos a la Fuerza Espacial, mientras advirtió del ambiente hostil y las amenazas provenientes de los países rivales de EE.UU.
“El ambiente espacial ha cambiado fundamentalmente en la última generación. Lo que una vez era pacífico ahora está repleto y hostil. Hoy en día, otras naciones buscan socavar nuestros sistemas espaciales y desafiar nuestra supremacía en el espacio como nunca”, afirmó.
La creación de esta nueva fuerza estadounidense se da por orden del presidente estadounidense, Donald Trump, aunque desde el principio había mucho escepticismo por parte del Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono), ya que, con la existencia del Mando Espacial de la Fuerza Aérea (AFSPC, por sus siglas en inglés), se cree innecesario que se establezca una nueva unidad militar dedicada al espacio.
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