La conmoción sociopolítica en Nicaragua es el más reciente episodio de Washington y metodología de “golpes suaves”.
En Nicaragua, Venezuela, Bolivia y otros, la premisa de los “golpes blandos” consiste en un libreto de desestabilización mediante desinformación e introducción de mercenarios en movimientos sociales. Todo ello sumado a presiones económicas con el objetivo de implantar Gobiernos serviles a Washington.
“Aquel Gobierno de izquierda que antagoniza con Washington tiene los días contados”. Tal es el paradigma en Latinoamérica desde hace más de un siglo. Décadas atrás, el marco teórico de dicha hegemonía era a través de golpes de Estado. Hoy sin embargo, la agenda tiene un tono más sutil.
El escándalo Irán-Contra, el “Plan Cóndor”, los experimentos en poblaciones indígenas: son solo algunos de los elementos de la geopolítica norteamericana en Latinoamérica.
A los Gobiernos estadounidenses les gusta referirse a Latinoamérica como el “patio trasero”. No obstante, dicho patio es más bien, un espacio de crueles experimentos de imperialismo y democracia neoliberal, con cuantiosas víctimas inocentes.
Así es cómo el espacio comprendido entre el Río Bravo y la Patagonia está manchado de sangre, derramada en aras de intereses económicos y geopolíticos.
Marcelo Sánchez, Miami.
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