De acuerdo con los documentos judiciales, Gates podría enfrentar una pena de entre 57 y 71 meses, pero el fiscal especial para la investigación de la trama rusa, Robert Mueller, solicitaría rebajarla, si se confirma su colaboración en las pesquisas.
Gates afrontaba la posibilidad de pasar décadas encarcelado por cargos, como fraude bancario y conspiración para lavar dinero, pero al haberse declarado culpable, la pena máxima no sobrepasaría los siete años.
Todo esto incrementa la presión para que Paul Manafort, quien dirigió por cinco meses la campaña de Trump, busque llegar a un acuerdo. Pero Manafort subrayó que mantendría su postura de que es inocente.
La cooperación de Gates y la posibilidad de que Manafort decida hacer lo mismo le podrían dar un gran caudal de información a Mueller, cuya investigación busca definir si la campaña de Trump se coludió con Rusia para interferir en las presidenciales de Estados Unidos de 2016.
Los fiscales sostienen que Manafort, con la asistencia de Gates, lavó más de 30 millones de dólares y engañó a bancos para que prestaran dinero. Señalan que ambos usaron fondos de cuentas secretas en el extranjero para solventar su lujoso estilo de vida.
Ninguna de las acusaciones hasta la fecha contra Gates o Manafort han hecho referencia a una conexión con una interferencia rusa en los comicios de 2016 o una posible colusión. Trump ha negado haber intentado obstruir la investigación de Mueller.
Un informe secreto de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) reveló en diciembre de 2016 que Rusia había intervenido en las elecciones para aupar a Trump a la Presidencia.
Además, un documento elaborado por los Servicios de Inteligencia de EE.UU. (USIC, por sus siglas en inglés) evidencia la supuesta piratería rusa. El Kremlin, sin embargo, ha negado toda implicación en el asunto.
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