“Por desgracia, a causa de lo sucedido en Ucrania, gracias a los esfuerzos de la Administración del presidente de EE.UU. [Barack Obama], (…) estas relaciones ahora se encuentran en un punto muy bajo”, ha declarado Medvedev en una entrevista al canal 2 israelí, citado por la agencia rusa TASS.
El primer ministro ruso, ha recalcado que en su día cuando comenzó los contactos con la actual Administración del presidente Obama, nunca se imaginaba que tales relaciones caerían a su nivel tan bajo como ahora.
Por desgracia, a causa de lo sucedido en Ucrania, gracias a los esfuerzos de la Administración del presidente de EE.UU. [Barack Obama], (…) estas relaciones ahora se encuentran en un punto muy bajo”, ha declarado el primer ministro de Rusia, Dimitri Medvédev.
Medvedev ha recordado que en las relaciones entre ambos países “ha habido periodos decentes”, en los que Moscú y Washington han resuelto problemas comunes, y como ejemplo de ello, citó el caso del pacto nuclear iraní, conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), sellado el año pasado entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
El premier ha recalcado que este empeoramiento del entendimiento con EE.UU., desde luego no es por culpa de Rusia, porque nunca lo ha buscado, y de acuerdo con él, Moscú está interesado en que estas relaciones sean las más normales posibles.
Así pues, Medvedev ha asegurado que Rusia está dispuesta a descongelar las relaciones con EE.UU., pero todo dependerá de la posición de la Administración del nuevo presidente que saldrá elegido en las urnas el próximo 8 de noviembre.
Además, el político ruso ha negado que su país esté intentando influir en el resultado de las elecciones estadounidenses como afirman desde Washington, y ha remarcado que Moscú tiene la predisposición de trabajar con cualquiera de los candidatos que llegue a la Presidencia de EE.UU., tanto si es el republicano, Donald Trump, como si es la demócrata, Hillary Clinton.
Con la crisis en Ucrania y la presencia militar rusa en Siria, las relaciones bilaterales entre Moscú y Washington han sido tensas. Asimismo, tras la decisión unilateral de EE.UU. de suspender sus diálogos con Rusia sobre la crisis en Siria, Moscú anunció un aumento de su presencia militar en el país árabe, una medida que provocó la ira de las autoridades estadounidenses.
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