Después de meses de negociaciones secretas, un misterioso ruso que prometió entregar datos robados de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. e información comprometedora sobre Trump, desplumó 100.000 dólares a espías estadounidenses en 2017, informó el viernes el diario The New York Times (NYT).
En este sentido, la fuente señala que el vendedor, quien no fue identificado y que tenía vínculos tanto con piratas informáticos como con la Inteligencia rusa, tentó a los espías estadounidenses con una oferta para recomprar los programas robados de la NSA que habían sido puestos a la venta en línea por un oscuro grupo llamado ‘Shadow Brokers’.
El dinero, agrega NYT, fue entregado al ruso por parte de los agentes estadounidenses en un maletín en la habitación de un hotel en Berlín, la capital alemana, en septiembre de 2017 como la primera parte de un pago total de un millón de dólares.
De acuerdo a oficiales estadounidenses y europeos, el misterioso ruso alegaba tener acceso a una asombrosa colección de secretos, desde el código de una computadora del que habían sido robadas informaciones de la NSA y la CIA hasta un vídeo de Trump junto a prostitutas en la habitación de un hotel de Moscú, la capital rusa, en el año 2013.
Asimismo, aseguraba que la información podría vincular al presidente y a sus colaboradores con Moscú. Sin embargo, el diario señala que en lugar de proporcionar las programas hackeados, el ruso entregó información no verificada y posiblemente fabricada relacionada con el mandatario estadounidense y otras personas.
Conforme al diario The Intercept, dicha operación ha generado aun más divisiones en la CIA. Cabe recordar que muchos funcionarios estadounidenses estaban molestos por los duros y reiterados comentarios del inquilino de la Casa Blanca respecto al papel de la agencia de inteligencia en la investigación sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
El Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. confirma los supuestos lazos entre Trump y Rusia durante la campaña electoral de 2016 y la transición de poder y advierte de que Rusia intentará influir en el resultado de las elecciones legislativas de 2018, acusación rechazada rotundamente por Moscú.
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