Pero en realidad ¿qué deberían tener en cuenta estos votantes para apostar por uno de los aspirantes en particular? En las últimas semanas, el candidato republicano, Donald Trump, acorta distancias con su rival demócrata, Hillary Clinton, hasta el extremo de lograr casi empatar en intención de voto.
El papel de Clinton en los conflictos de Oriente Medio y el Norte de África y su política agresiva durante su secretariado de Estado, han sido temas muy usados por Trump para atacar a Clinton. Pero su as en la manga ha sido el resonado escándalo de los correos electrónicos.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), decidió cerrar su investigación sobre los correos de Clinton y eso hizo que Trump perdiera el terreno ganado. Los últimos sondeos lo sitúan a una distancia de 4 puntos porcentuales de su rival. Pero lo que más aleja a Trump de la Casa Blanca, es la semilla de odio que él mismo ha plantado.
Las comunidades latinas y afroamericanas han acudido en masa para votar de forma anticipada, al igual que otros muchos estadounidenses que lo han hecho este último mes. Sea cual sea el resultado, los expertos señalan que ambos aspirantes, pese a su retórica y sus intentos de ganar la confianza popular, son los candidatos a la Presidencia más odiados de la historia de Estados Unidos.
mhn/ktg/nal