El líder norcoreano, quien dirigió dos días de ejercicios militares simulando un contraataque nuclear, pidió “preparar nuestra fuerza de combate nuclear para realizar con rapidez y precisión su misión crucial de disuasión de guerra y asegurar la iniciativa de guerra en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia inesperada”, según recoge este lunes la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés).
Eso, mientras que Estados Unidos y Corea del Sur se han decantado por expandir los ejercicios militares conjuntos que involucran activos nucleares estadounidenses, indica.
Conforme al medio, en los ejercicios realizados el sábado y el domingo, un misil balístico equipado con una ojiva nuclear simulada voló 800 km antes de alcanzar el objetivo demarcado a una altitud de 800 m en el escenario de un ataque nuclear táctico.
Desde el punto de vista de Kim, las armas nucleares, en realidad, no pueden disuadir una guerra, eso solo pasará cuando la fuerza nuclear se perfeccione como un medio realmente capaz de montar un ataque contra el enemigo, y su postura de ataque nuclear para la activación rápida y precisa se complete para infundir miedo en el enemigo de manera permanente.
Corea del Norte lanzó el domingo un nuevo misil balístico de corto alcance hacia el mar de Japón (mar del Este), el tercer ensayo armamentista norcoreano desde que los Ejércitos estadounidense y surcoreano iniciaron sus maniobras militares conjuntas “Freedom Shield” (Escudo de Libertad, en español), el pasado lunes y que continuarán hasta el próximo 23 de marzo.
Estos lanzamientos, conforme dijo el viernes el líder norcoreano, buscan “infundir miedo en los enemigos”, disuadir un conflicto bélico nuclear y garantizar de manera segura la vida pacífica del pueblo.
Pyongyang instó a Washington y Seúl a que “se den cuenta de que sus movimientos militares persistentes y ampliados contra Corea del Norte traerán una amenaza grave e irreversible para ellos”.
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