En declaraciones publicadas este miércoles por la agencia norcoreana de noticias KCNA, Kim ha anunciado el fin de la moratoria sobre los ensayos nucleares y de misiles balísticos intercontinentales. Washington ha incumplido el plazo límite de fin de año para reiniciar las conversaciones de desnuclearización y por tanto, según el líder norcoreano, “no tiene motivos” para alargar la moratoria sobre test nucleares.
Además, en una reunión plenaria del Comité Central del Partido de los Trabajadores, Kim ha advertido, asimismo, de que “El mundo será testigo en un futuro cercano de una nueva arma estratégica que posee la RPDC [República Popular Democrática de Corea]”.
Ha asegurado, asimismo, que su país continuará desarrollando un poderoso disuasivo nuclear. “A menos que EE.UU. abandone su política hostil, continuaremos desarrollando armas estratégicas” para contener las amenazas nucleares de EE.UU., precisa.
Kim ha acusado a la Administración estadounidense de “perder el tiempo” buscando un diálogo, pero pensando solo en sus propios intereses, haciéndoles “extorsión como los gánsteres”.
Por otra parte, insiste en que el alcance y la profundidad de la disuasión nuclear dependerán de la actitud de EE.UU. hacia Cora del Norte, dejando de esta manera una puerta abierta al diálogo. Pero aclara que cuanto más se demore EE.UU., “más indefenso se encontrará”.
En otra parte de su discurso, Kim ha urgido a los miembros del partido a preparar contramedidas políticas, diplomáticas y militares ofensivas a fin de proteger la soberanía y la seguridad del país ante los enemigos, según el medio.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano han celebrado tres reuniones para la desnuclearización de la península de Corea, pero sin resultados: una en junio de 2018 en Singapur, otra, en febrero de este año en Vietnam y la tercera, en junio, en la zona desmilitarizada en la frontera entre ambas Coreas.
Dichas conversaciones, en realidad, se estancaron desde la segunda reunión entre Kim y Trump en Vietnam, pues Washington rechazó levantar las sanciones a Corea del Norte pese a que este país puso fin a sus pruebas nucleares y misilísticos.
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