Es el primer ejemplo de un nuevo tipo de reactor estelar diseñado con el uso de un superordenador, que podría cambiar el curso del área de la energía de fusión.
Durante muchos años los científicos han soñado con una fuente de energía limpia, inagotable en forma de la fusión nuclear. Este sueño pronto puede hacerse realidad gracias a los esfuerzos del Instituto Max Planck de Física del Plasma (Alemania) que el año pasado construyó la máquina de fusión nuclear más grande del mundo, el reactor estelar W7-X, informa la revista Science.
Después de más de un año de pruebas, los ingenieros del referido instituto están listos para arrancar la máquina que cuesta 1100 millones de dólares, lo que puede suceder antes de finales de este mes, agrega la fuente.
En comparación, el tokamak, un aparato que genera grandes cantidades de energía obteniendo la fusión de partículas de plasma, tiene un uso más amplio que el reactor estelar. Hay más de tres docenas de tokamaks operativos en todo el mundo, y más de 200 fueron construidos a lo largo de la historia. Son más fáciles de montar y han demostrado que pueden realizar el trabajo de un reactor nuclear mejor que el reactor estelar.
El rasgo distintivo del W7-X es que es más seguro y eficaz en contener plasma durante largos períodos, lo que podría ayudar a los científicos a proporcionar una fuente inagotable de energía.
Aunque el diseño de tokamak es ideal para contener plasma, presenta algunos riesgos de seguridad, por ejemplo, si la corriente falla o hay una interrupción magnética. Estas alteraciones pueden desencadenar fuerzas magnéticas suficientemente poderosas para dañar el reactor.
Los científicos del Instituto Max Planck afirman que el W7-X es una opción más práctica que puede superar los problemas de seguridad de tokamak.
Si W7-X iguala o supera el rendimiento de un tokamak de tamaño similar, los investigadores tendrían que reevaluar el curso futuro del área de la energía de fusión.
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