El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, ha denunciado este viernes las injerencias de Estados Unidos en sus asuntos internos y subrayado que Pekín “responderá enérgicamente” las nuevas medidas punitivas estadounidenses en su contra.
Sus comentarios vienen después de que la misma jornada, el Departamento del Tesoro estadounidense publicara una lista de siete personas sancionadas, todos subdirectores de la oficina de enlace de China en Hong Kong y advirtiera a las empresas internacionales sobre los riesgos de hacer negocios en esa ciudad semiautónoma del gigante asiático.
El Departamento de Estado de EE.UU., por su parte, ha emitido un aviso comercial actualizado en el que expresa la preocupación de Washington por el supuesto impacto de la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong en las empresas internacionales.
El diplomático chino, por su parte, ha advertido que “ningún país tiene derecho a inmiscuirse” en los asuntos internos de Hong Kong. “El Gobierno chino está firmemente decidido a oponerse a la interferencia de Estados Unidos en los asuntos de Hong Kong, salvaguardar la soberanía nacional […] e implementar el principio de un país, dos sistemas”, agrega.
Zhao ha instado a EE.UU. a “adherirse al derecho internacional y las normas básicas que gobiernan las relaciones internacionales”, y advertido que Pekín “responderá enérgicamente a las posibles medidas” provocativas de Washington.
EE.UU. ha impuesto varias rondas de sanciones contra Pekín desde que éste aprobara, a finales de junio de 2020, la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, que tipifica los crímenes y penas por acciones de separatismo, subversión, terrorismo y conspiración de países extranjeros contra la soberanía de China.
¿Por qué el Occidente se opone a esta ley?
Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) alegan que dicha ley constituye una “violación” de la autonomía de la isla, además, han recurrido a varias maniobras para obstaculizarla.
Pekín ha dejado claro que esta legislación no afecta a la soberanía de la excolonia británica, subrayando que todos los temas relativos a esa región semiautónoma se circunscriben a la soberanía china. Además, asegura que la ley básica de Hong Kong garantiza los intereses de los inversores extranjeros.
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