En su informe anual emitido recientemente sobre los derechos humanos, EE.UU. acusa al Gobierno chino de buscar influir en los medios de comunicación de Taiwán “mediante la presión sobre intereses de negocios”.
En reacción, Ma Xiaoguang, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de China, rechazó el jueves dicho informe, denunciando que “la acusación fue inventada maliciosamente sin tener en cuenta la verdad”.
Al respecto, indicó que las autoridades del Partido Democrático Progresista (PDP) de Taiwán, por su propio interés, siguen manipulando los medios de comunicación desde hace mucho tiempo, manteniendo bots, tomando medidas contra los disidentes, reprimiendo opiniones y engañando a la gente con mentiras fabricadas.
No obstante, prosiguió, Washington ha hecho la vista gorda ante “las vergonzosas” acciones del PDP de Taiwán, las cuales han sido fuertemente condenadas por todos los sectores de la sociedad taiwanesa.
Tras denunciar que EE.UU. ha distorsionado los hechos y difamado a China, Ma señaló que el referido reporte puso al descubierto las tácticas torpes y los intentos atroces de Washington, así como el sucio acuerdo político detrás de su colusión con Taiwán.
Pekín, que considera a Taiwán parte inseparable de su territorio, ve los movimientos de Estados Unidos, entre ellos, la venta de armas a Taiwán, como una violación de su soberanía y contrario a la política de “una sola China” que tienen por meta respaldar a los separatistas en la región.
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