Las ciudades de la región se preparan para más aguaceros en los próximos días. Sigue en aumento la cifra de muertos por las fuertes lluvias torrenciales que devastaron las zonas costeras del estado de São Paulo, en el sureste de Brasil.
El Gobierno del presidente Lula da Silva puso a las Fuerzas Armadas a disposición de las autoridades regionales, al tiempo que prometió más recursos federales para ayudar a las víctimas. Bomberos, agentes de la Defensa Civil y voluntarios siguen con las búsquedas de forma ininterrumpida, mientras decenas de personas todavía se encuentran desaparecidas.
Incluso pasados 5 días de los catastróficos aguaceros, el horror de esa noche todavía atormenta las mentes de los habitantes de las costas de Sao Paulo, que fueron golpeadas por fuertes deslizamientos de tierra e inundaciones. La ciudad de San Sebastián se llevó la peor parte, con más de 50 de las muertes registradas. Más de 4000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares.
El Gobierno dijo que se esperaban más lluvias en los próximos días, ya que la humedad procedente del océano Atlántico y de la selva Amazónica, unida a un tiempo nublado aunque caluroso, crea condiciones para “chubascos de moderados a fuertes”… Pese a las alertas de evacuación, varios residentes no han renunciado a buscar a sus seres queridos.
En Brasil, 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo por deslizamiento o inundación, muchas de ellas en favelas.
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