El ultraderechista Bolsonaro, acérrimo defensor de la última dictadura militar en Brasil (1964-1985), ha informado este lunes que viajará a Washington (capital de Estados Unidos), después de una llamada telefónica mantenida con el inquilino de la Casa Blanca.
El propio Trump, a través de Twitter, ha considerado “excelente” la llamada para felicitar a Bolsonaro por su victoria en las elecciones presidenciales de Brasil, y ha destacado que piensa “trabajar estrechamente en Comercio, Defensa y todo lo demás” con el nuevo presidente del país suramericano.
Asimismo, Bolsonaro ha asegurado, en una entrevista con la cadena de televisión local Record, que facilitará la portación individual de armas, debido a que Brasil está “en guerra”; un argumento en referencia a los altos índices de violencia en el país latinoamericano.
A continuación, ha reclamado “abandonar lo políticamente correcto” de que Brasil sería mejor sin armas y ha recalcado que su medida garantiza la vida de las personas y “la libertad del pueblo”.
De acuerdo a Bolsonaro, la policía debe usar más armas puesto que cuando crecen las muertes generadas por agentes en servicio “cae la violencia”.
Conocido como “el Donald Trump brasileño”, Bolsonaro airea con bombo y platillo su admiración por el mandatario estadounidense.
El candidato de extrema derecha fue elegido pese a las advertencias por su defensa de la dictadura militar de Brasil, su promesa de barrer con sus opositores de izquierda y su historial de comentarios ofensivos sobre homosexuales, mujeres y minorías.
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