Mediante un breve mensaje publicado este martes en el portal Amaq, su brazo propagandístico, la banda ultraviolenta ha afirmado que los ataques tuvieron por blanco a nacionales de la llamada coalición anti-Daesh, liderada por EE.UU., en Irak y Siria.
Las ocho explosiones, que dejaron, además, cerca de 500 heridos, destruyeron varias iglesias y hoteles de lujo en Colombo (capital) y varias otras ciudades del país asiático. Tuvieron lugar durante las celebraciones del domingo de Pascua, el día más importante dentro de los ritos de la Semana Santa cristiana.
La Policía esrilanquesa ha detenido hasta ahora a decenas de sospechosos. Las autoridades afirman que los atentados fueron perpetrados con la ayuda de “una red internacional”, teniendo en cuenta el entrenamiento de los atacantes y el uso de explosivos de tal magnitud.
Un gran número de personas ha acudido la jornada de hoy a los funerales de muchas de las víctimas mortales.
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