• Una vivienda de los musulmanes rohingyas totalmente destruida por el fuego en la aldea de Gawdu Tharya, en el estado de Rajine, 7 de septiembre de 2017.
Publicada: sábado, 23 de septiembre de 2017 9:05

Amnistía Internacional (AI) confirma que las fuerzas del Ejército birmano siguen quemando las aldeas de los musulmanes rohingyas en el estado de Rajine (oeste).

Fuentes locales, citadas el viernes por la oenegé AI, afirman que las fuerzas de seguridad de Myanmar (Birmania), junto con vigilantes locales, prenden fuego a las viviendas de esta comunidad minoritaria en el norte de Rajine, lo cual contradice las afirmaciones de la líder birmana, Aung San Suu Kyi.

La organización pro derechos humanos argumenta su denuncia en tres nuevos vídeos que recibió —la tarde del viernes— en los que se ven gruesas columnas de humo que se levantan de las aldeas rohingyas. “Una de ellas ha sido completamente abandonada”, afirma AI en su informe publicado en su página oficial.

“Esta evidencia irrecusable desde la tierra y el espacio va en contra de las afirmaciones de Aung San Suu Kyi hechas al mundo de haber frenado el 5 de septiembre, ‘las operaciones de limpieza’ del Ejército en el estado de Rajine”, indicó Tirana Hasan, directora del programa humanitario de Al, en referencia a las imágenes satélitales en las que se contempla humo sobre las estructuras quemadas. 

Esta evidencia irrecusable desde la tierra y el espacio va en contra de las afirmaciones de Aung San Suu Kyi hechas al mundo de haber frenado el 5 de septiembre, ‘las operaciones de limpieza’ del Ejército en el estado de Rajine”, indicó Tirana Hasan, directora del programa humanitario de la Amnistía Internacional (AI). 

 

De acuerdo con Hasan, transcurridas unas tres semanas desde el éxodo masivo de los rohingyas a Bangladés, todavía se puede ver la campaña de violencia contra los rohingyas en Rajine. “Las viviendas y las aldeas de los rohingyas siguen incendiadas, ante, durante y después de que sus habitantes huyeran en terror”, lamentó Hasan.

La directora del programa humanitario de AI resaltó que expulsar a los musulmanes de sus tierras “no ha satisfecho” a las autoridades birmanas. A su juicio, ellas quieren asegurarse de que los rohingyas no tengan casas, a las que podrían volver un día.

Tras señalar que el tiempo ya se está agotando para que se dude de las acciones del Gobierno y el Ejército de Myanmar, Amnistía Internacional destacó que la comunidad internacional debe condenar enérgicamente estas atrocidades y tomar medidas eficaces para poner fin a esta campaña de “limpieza étnica”, además de obligar a los responsables de rendir cuentas.

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