En su mensaje de año nuevo, el mandatario ha asegurado que 2016 generará excelentes oportunidades, tanto en el campo político como en el económico.
En este contexto, ha incitado a los ciudadanos a participar en el proceso político del país asiático a fin de llevar a cabo una reforma democrática exitosa, que conllevará, a su juicio, una paz sostenible que mejorará la calidad de vida y garantizará la libertad de todos los ciudadanos.
Myanmar, un país predominantemente budista de 60 millones de habitantes, vive desde hace casi dos años episodios de violencia sectaria en los que han perdido la vida más de 240 personas y otras 140.000, principalmente musulmanes rohingyas, se han visto obligadas a huir para salvar sus vidas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresó su preocupación en marzo de 2015 por las difíciles condiciones en que sobrevive la minoría musulmana rohingya en los campos de refugiados de Myanmar
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