Los manifestantes, entre ellos grupos de representantes de organizaciones alauitas, celebraron concentraciones y marchas de protesta pacíficas en Ankara, la capital, Estambul, Esmirna, Ordu, Edremit y Muğla, donde condenaron ejecuciones, secuestros y torturas de la minoría religiosa alauita en Siria por las fuerzas de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), afines al actual gobierno, respaldado por Turquía, según informó el lunes el portal Turkish Minute.
La ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, dijo el sábado que al menos 1018 personas, entre ellas 830 civiles inocentes, de la minoría alauita murieron en las provincias costeras de Siria en tres días de choques entre las fuerzas de la nueva administración de Damasco con grupos de resistencia popular, leales al depuesto presidente Bashar al-Asad. La cifra de muertos se cree que es la peor desde inicio de la crisis en el país levantino en 2011.
Los manifestantes denunciaron la complicidad del Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en las atrocidades, instando a que se intensificaran los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la violencia contra la comunidad alauita.
Pese al rechazo de las autoridades locales a celebrar protestas en Estambul, un grupo de manifestantes se congregó frente al consulado sirio en esta ciudad. Sevim Yalıncakoğlu, de la Asociación Cultural Alaui Yalıncak Sultan, leyó una declaración en la que condenó la “masacre sistemática y deliberada” de la minoría alauita por HTS.
Desde la caída del gobierno de Al-Asad “el 8 de diciembre de 2024, ha habido una masacre sistemática y deliberada de alauitas, con aldeas asediadas y civiles amenazados de muerte. Las mujeres secuestradas son amenazadas de violación y los jóvenes son torturados y desaparecidos”, denunció Yalıncakoğlu, calificando además la violencia de “genocidio”.
El vicepresidente del principal partido de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), Ali Mahir Başarır, condenó la violencia en curso en Latakia (oeste de Siria) y dijo: “Las masacres no tienen identidad sectaria, ya sean alauitas o suníes. La muerte no tiene secta, es un acto de crueldad”, al tiempo que instó al Gobierno turco a tomar medidas inmediatas para ayudar a detener las atrocidades.
El gobierno de facto sirio se ha negado a publicar la cifra exacta de muertos y las destrucciones, aunque ha anunciado la formación de un comité para investigar los asesinatos de civiles y fuerzas de seguridad en el noroeste de Siria, el cual deberá emitir un informe en 30 días.
La alianza Hayat Tahrir al Sham ha dicho que “acciones individuales” llevaron a la muerte de civiles alauitas, muchos de los cuales han sido hallados en fosas comunes.
Los grupos de derechos humanos han urgido a un compromiso real con la justicia transicional y un gobierno inclusivo para que Siria no se suma en el caos.
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