Por medio de una carta remitida el lunes a los ministros de los Gobierno de Australia, Canadá, Dinamarca, Italia, los Países Bajos, Noruega, Estados Unidos y el Reino Unido, 232 organizaciones de la sociedad civil les han instado a estos países que dejen de enviar los aviones de combate F-35 al régimen israelí.
Han argumentado que temen que estos países no hayan podido evitar que los cazas F-35 no se utilicen en violación del derecho internacional.
Según un informe publicado por el periódico británico The Guardian, los solicitantes proceden de países fabricantes de aviones de combate, así como de Bélgica, Jordania, Líbano, Suiza, Irlanda, India, entre otros. Importantes organizaciones benéficas y no gubernamentales como Human Rights Watch (HRW), Amnistía Internacional (AI) y Oxfam han respaldado dicha solicitud.
La carta, coordinada por la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT, por sus siglas en inglés), enfatiza que “los últimos 15 meses han demostrado sorprendentemente la falta de compromiso de Israel con el derecho internacional”.
Refiriéndose a las acciones del régimen israelí en violación de las leyes de derechos humanos, denuncia que “los países que participan en el programa F-35, ya sea individual o colectivamente, no han logrado impedir que Israel no utilice estos aviones de combate en grave violación del derecho internacional.
“Los países no han estado dispuestos a cumplir con sus obligaciones legales internacionales o han afirmado que el programa F-35 está estructurado de tal manera que no es posible imponer controles de armas a los usuarios finales, lo que hace que todo el programa sea incompatible con el derecho internacional”, resalta.
Los F-35 son producidos por un consorcio global liderado por la empresa de defensa estadounidense Lockheed Martin. Las empresas británicas también suministran el 15 % de las piezas para estos aviones de combate, en el marco de un acuerdo internacional con ciertos gobiernos, incluido el régimen de Israel.
En este sentido, se han tomado medidas legales contra las exportaciones de armas a Israel tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, los Países Bajos, Dinamarca, Canadá y Australia.
En septiembre, el Reino Unido suspendió 30 de 350 licencias de exportación de armas a Israel debido a un “riesgo claro” de que se utilicen en graves violaciones del derecho internacional humanitario. Sin embargo, el Gobierno británico eximió de esta suspensión las piezas del avión de combate F-35, argumentando que no era posible suspender la licencia de estas piezas sin afectar a todo del programa global de estos cazas.
La guerra genocida de Israel contra la Franja de Gaza, ha dejado más de 48 270 palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños.
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