Por medio de un comunicado difundido el lunes por su oficina, Benjamín Netanyahu denunció que la negativa de los militares a servir “pone en peligro la seguridad” de Israel.
No aceptaremos “la negativa a prestar servicio (militar)” y tomaremos “todas las medidas necesarias para garantizar nuestra seguridad”, advirtió el primer ministro israelí, tras haber declarado que “si no hacen lo que queremos, apagaremos el interruptor de la seguridad”.
Netanyahu arremetió también contra los empleados de las empresas públicas de electricidad y agua de Israel, Electric Corp o Mekorot, por amenazar de dejar de ofrecer su servicio en protesta a la reforma judicial que impulsa el gabinete ultraderechista israelí.
Según un informe del canal 12 de la televisión israelí, unos 4000 soldados reservistas en puestos clave del ejército de Israel, entre ellos pilotos, comandos y expertos en ciberguerra, firmaron cartas en las que declararon que no prestarán servicio voluntario mientras siga el trámite de la reforma judicial.
En este contexto, al menos 170 reservistas de la unidad de reconocimiento general de estado mayor israelí (la Sayeret Matkal) se sumaron a otros militares que habían anunciado su paro.
El sábado por 28.ª semana consecutiva, decenas de miles de israelíes salieron a las calles de varias ciudades en los territorios ocupados palestinos en rechazo al controvertido proyecto de ley de reforma judicial, aprobado en primera lectura, que busca limitar al poder de la corte suprema frente al poder ejecutivo.
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