Los indignados, incluidos médicos y psiquiatras, comunicaron, mediante una carta, al cuerpo médico de Israel, de que no podían seguir ofreciéndose voluntarios para el servicio, mientras el gabinete extremista del primer ministro, Benjamín Netanyahu, siga adelante con su controvertida reforma judicial sin atender las demandas de la sociedad israelí.
El cuerpo médico de Israel, a su vez, pidió, en un mensaje urgente, al gabinete de Netanyahu que detenga la ley —que despojaría al más alto tribunal de la mayoría de sus competencias— antes de que sea demasiado tarde, informó el sábado Middle East Monitor.
La sociedad médica israelí ya había expresado su fuerte oposición a la normativa. El jueves, alrededor de 1000 médicos israelíes enviaron una carta al presidente de la asociación médica de Israel, Zion Hagi, exigiendo que la organización declare una huelga general en el sistema médico “hasta que caiga la reforma”.
Asimismo, cientos de estudiantes de medicina también emitieron un llamado a la huelga por el plan de reforma ampliamente criticado.
Con el mensaje de “no serviremos a una dictadura”, miles de reservistas de distintas unidades de las fuerzas armadas de Israel se han negado a servir o han amenazado con abandonar sus puestos si el controvertido plan es aprobado, lo que perjudicará, sin duda alguna, la seguridad del régimen.
Decenas de miles de israelíes salieron por 28º sábado consecutivo a las calles para rechazar la reforma y amenazaron con continuar las protestas hasta que caiga el plan.
El punto más cuestionable del proyecto de ley, es que podría evitar que el primer ministro sea suspendido, a pesar de que enfrente un juicio por fraude, soborno y abuso de confianza. El 11 de julio, el gabinete de Netanyahu llevó a cabo la aprobación inicial de este proyecto de ley que generó la protesta jamás vista en todo el territorio ocupado.
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