A la pregunta ¿la llamada operación antiterrorista turca en Siria e Irak podría llevar a la región a una mayor escalada de violencia?, planteada por el canal de noticias HispanTV en una encuesta online, la mayoría de los lectores (45,7 %) responde positivamente, precisando que el operativo da mayor oportunidad a terroristas de ejecutar sus planes en la zona.
De igual forma, el 41,3 % opina que la operación turca daría margen a los terroristas para crear nuevas alianzas contra países soberanos. Sin embargo, el 13 % de los encuestados cree que la acción no tendría consecuencias negativas y funciona nada más que como “mecanismo de prevención”.
Turquía ha lanzado últimamente varios ataques aéreos contra refugios y bases de las milicias kurdas en Irak y Siria, en represalia por un ataque mortal ocurrido el 13 de noviembre en Estambul, atribuido por Ankara a los milicianos que considera como terroristas.
Desde 2019, las fuerzas armadas turcas mantienen tropas en la franja fronteriza en el norte de Irak, bajo pretexto de luchar contra posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo). Esto mientras el Gobierno de Irak ha exigido en reiteradas ocasiones el fin de la injerencia militar turca en su suelo y reclamado la cooperación para garantizar la seguridad de su frontera con Turquía.
Además, Turquía ha realizado varias incursiones contra las partes del norte de su vecino Siria desde el año 2016, bajo el pretexto de hacer frente a los que llama terroristas, es decir, las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), que forman parte de las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS).
Damasco, no obstante, condena los actos “agresivos” de Turquía en el norte del país levantino y asegura que la principal razón que impulsa la escalada de tensiones en el norte del país es la “ocupación” de Ankara.
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