Informes y noticias publicados el lunes por medios israelíes reflejan la crítica situación de seguridad en la que se encuentra el régimen sionista, la cual llevó al jefe del estado mayor israelí, Aviv Kochavi, a cancelar el viaje que tenía previsto rumbo a Estados Unidos.
Kochavi se vio obligado a posponer esa visita, después de que los movimientos de Resistencia palestina dispararan el sábado 36 cohetes desde la Franja de Gaza hacia los territorios ocupados.
El ataque tuvo lugar en respuesta a los recientes asaltos de las fuerzas israelíes contra la Mezquita Al-Aqsa, los palestinos en la sagrada ciudad de Al-Quds (Jerusalén) y en la Franja de Gaza.
Posteriormente y al reconocer la ineficacia del sistema antimisiles “Cúpula de Hierro”, el ejército israelí anunció que pudo interceptar tan solo 6 de estos cohetes.
Ante la gravedad de la situación, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convocó al gabinete de seguridad para una reunión de urgencia. Los funcionarios israelíes, incluido Kochavi, debatieron cómo actuar y qué medidas tomar.
Conforme a las estimaciones de algunos expertos, esa reacción de los israelíes deja patente que están conscientes de que los ataques de la Resistencia palestina van a continuar.
De acuerdo con el canal 12 de la televisión israelí, en dicha cita fue discutida una agresión a gran escala contra las posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), si bien el tema se mantuvo en silencio, dada la posibilidad de que se intensificaran las protestas de los palestinos en Al-Quds.
Israel teme nueva ‘Intifada’ palestina en Cisjordania
De hecho, en los últimos días, los palestinos han estado celebrando protestas en Al-Quds en rechazo a las restricciones del acceso a la explanada de la Mezquita Al-Aqsa, impuestas durante el sagrado mes de Ramadán, el mes del ayuno para los musulmanes.
Al respecto, el referido medio israelí advierte que la ola de protestas palestinas contra la ocupación israelí se está extendiendo hasta la ciudad cisjordana de Nablus, de modo que el grito de “muerte a sionistas” se puede escuchar desde diferentes partes de la región.
Entretanto, algunos observadores han planteado que está sonando los temblores de una nueva Intifada (levantamiento) palestina.
Temor a represalia de Hezbolá no deja en paz a Israel
No obstante, la preocupación de los sionistas no se limita a los referidos casos. Citando al jefe del comando del norte del ejército de Israel, el general Amir Baram, los medios israelíes han advertido de la situación caótica en el norte de los territorios ocupados cerca de la frontera de El Líbano.
Baram ha descrito la situación en dicha zona como una tranquilidad engañosa, en medio de las tensiones con el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
La inteligencia militar de Israel, en un reciente informe de evaluación, ha subrayado que, en los últimos meses, el ejército israelí se ha mantenido en alerta ante la creciente probabilidad de que Hezbolá ataque sus posiciones. Es más, las fuerzas israelíes llevan a cabo ejercicios militares cerca de la frontera libanesa
Eso mientras, los funcionarios israelíes han reconocido la vulnerabilidad del régimen sionista ante el “arsenal masivo” de “170 000 cohetes y misiles” de Hezbolá, del que advirtió en su día el experto israelí en asuntos militares Eli Bar-On.
De hecho, el ejército de Israel no descarta el estallido de un nuevo conflicto con la Resistencia libanesa, tras la venganza prometida por el secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, por el asesinato del combatiente Ali Kamel Mohsen, en un ataque aéreo de las fuerzas israelíes, en julio, cerca del Aeropuerto Internacional de Damasco, la capital de Siria.
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