“Nos oponemos firmemente a las medidas que podrían acelerar la expansión de los asentamientos y creemos que estas son fundamentalmente incompatibles con una solución de dos estados y francamente ponen en tela de juicio el compromiso de Israel sobre una solución de dos estados”, manifestó el portavoz del Departamento de Estado estadounidene, Mark Toner.
La construcción de viviendas israelíes en los territorios palestinos por parte del régimen de Tel Aviv es condenada por varios países y organizaciones internacionales, considerándola ilegal y un desafío para encontrar una solución al conflicto israelí-palestino.
Desde 1967, el régimen de Israel, bajo diversos pretextos, ha confiscado unas 100.000 hectáreas de los territorios de Palestina.
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