El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería Argentina, Guillermo Carmona, en un tuit sostuvo el martes que “el Reino Unido debe cumplir los mandatos de ONU [Organización de las Naciones Unidas] en la Cuestión Malvinas. La solución negociada de la cuestión de la soberanía no es evitable bajo pretexto del resultado de una guerra”.
De esta forma, Carmona respondió a un vídeo publicado la misma jornada por la canciller del Reino Unido, Liz Truss, con motivo del 40 aniversario del fin del conflicto de 74 días de las islas Malvinas, en el cual señala que las fuerzas armadas británicas liberaron estas islas en 1982 y remarca su “valiente sacrificio para defender los derechos de los isleños a determinar su propio futuro”.
El alto cargo argentino tachó de “belicista” la postura del Gobierno británico hacia la cuestión de la soberanía de las Malvinas y destacó que, por el contrario, “la democracia argentina ha demostrado de manera continua su vocación de paz y de respeto del derecho internacional por casi 39 años”.
De igual manera, reiteró la disposición de Argentina a retomar las negociaciones para poner fin a las prácticas de dominación del Reino Unidos en las islas. “Las Malvinas son argentinas”, expresó en otro tuit.
En este marco, lamentó que el pueblo argentino sea la víctima del accionar colonial británico y esté “privado” de determinar libremente una parte de su territorio desde 1833.
Malvinas, una disputa muy lejos de resolverse
Desde 1833, Buenos Aires y Londres están implicados en una disputa territorial sobre las Malvinas, ocupadas por los británicos. El conflicto causó una guerra de 74 días en 1982, en que murieron 649 soldados argentinos y otros 255 británicos.
Argentina ha reivindicado la soberanía sobre las islas en distintos foros internacionales y logró en 1965 que la Asamblea General de la ONU llamara a ambos países a entablar “sin demora” negociaciones para encontrar una solución pacífica a la controversia.
Por otro lado, la parte británica, pese a las insistentes peticiones del Gobierno argentino, nunca volvió a la mesa de diálogo. “[Las islas] prosperan como parte de la familia británica”, había sostenido en febrero Liz Truss.
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