Las leyes relativas a los crímenes informáticos "prohíben estos actos" (reproducir o difundir la información), ya que "los documentos están claramente falsificados", advierte a sus ciudadanos el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí en un comunicado emitido el sábado.
Conviene evitar el acceso a cualquier sitio web sobre documentos filtrados, o con información que pudiera ser incorrecta, con la intención de dañar la seguridad nacional”, afirma la Cancillería saudí.
De igual forma, les pide "evitar ayudar a los enemigos de la patria en conseguir sus finalidades".
“Conviene evitar el acceso a cualquier sitio web sobre documentos filtrados, o con información que pudiera ser incorrecta, con la intención de dañar la seguridad nacional”, afirmó la Cancillería saudí en su cuenta de Twitter.
Ayer viernes, Wikileaks filtró unos 60.000 cables diplomáticos saudíes, procedentes de intercambios de correos electrónicos entre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí y terceros países, así como informes confidenciales de otras carteras saudíes, y anunció que desclasificaría medio millón más en las próximas semanas.
Las autoridades de Riad alegan que los documentos que están circulando ahora mismo por Internet y las redes sociales son fruto de un ataque electrónico que sufrió la Cancillería saudí anteriormente.
El Ministerio de Exteriores fue víctima de un ataque electrónico “organizado” el pasado mes de mayo, precisó el sábado un portavoz de Exteriores, Osama Naqly, en declaraciones recogidas por la agencia oficial saudí Spa.
No obstante, prosiguió, los piratas informáticos no consiguieron acceder a la mayoría de los documentos clasificados, que cuentan con un sistema de protección altamente cualificado.
De acuerdo con Naqly, Riad no se va a quedar con las manos cruzadas y va a tomar cartas en el asunto legalmente para dar con los autores del ataque, que a su juicio, forma parte de "una guerra electrónica entre los Estados".
Por otra parte, aseguró que este suceso no va a afectar de ninguna forma al método de trabajo del Ministerio ni a las políticas "transparentes" de Arabia Saudí.
La masiva publicación se produjo al cumplirse tres años de que el fundador de Wikileaks, Julian Assange, se refugiara en la embajada de Ecuador en Londres, capital del Reino Unido, para impedir su extradición a Suecia por presuntos delitos sexuales.
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