“La intensidad con la que Estados Unidos trabajó sobre el entorno de la canciller explica cómo pudo la Casa Blanca comprometerse fácilmente a no apuntar a la persona de Angela Merkel en el futuro, pero sigue rechazando el mismo compromiso para otros miembros del Gobierno alemán: la canciller no puede gobernar hablando consigo misma”, razona Wikileaks en el informe publicado este miércoles.
La intensidad con la que Estados Unidos trabajó sobre el entorno de la canciller explica cómo pudo la Casa Blanca comprometerse fácilmente a no apuntar a la persona de Angela Merkel en el futuro, pero sigue rechazando el mismo compromiso para otros miembros del Gobierno alemán: la canciller no puede gobernar hablando consigo misma", razona la red Wikileaks.
Los documentos filtrados por la red fundada por Julian Assange muestran que Washington ha espiado a —al menos— los tres últimos cancilleres: la propia Merkel (desde 2005), Gerhard Schröder (1998-2005) y Helmut Kohl (1982-1998).
La lista de teléfonos sometidos a escuchas incluye 56 números de teléfono de la Cancillería federal y de su canciller. Entre ellos, más de veinte números del actual entorno político de Merkel. Además de esta, Washington ha espiado a sus máximos responsables, sus asistentes, su jefe de personal, su oficina política y hasta su fax.

Ahora ya hay suficientes pruebas de la vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) en territorio alemán. Es hora de reabrir la investigación y de que la NSA abandone sus actividades ilegales en Alemania, dijo el fundador de Wikileaks, Julian Assange, tras su publicación.
Wikileaks afirma que el protocolo de espionaje se fijó en 2002, pero que sus diseñadores se basaron entonces en listas anteriores, establecidas en la década de 1990.
“Ahora ya hay suficientes pruebas de la vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) en territorio alemán. Es hora de reabrir la investigación y de que la NSA abandone sus actividades ilegales en Alemania”, ha declarado tras la filtración el fundador de la web, Julian Assange, en un comunicado.
La nueva lista de objetivos alemanes complementa la ya publicada por Wikileaks a principios de julio, que contenía los nombres de 69 responsables de alto rango; entre ellos el vicecanciller Sigmar Gabriel y sus asistentes.

Las revelaciones sobre la amplitud del espionaje estadounidense a los altos responsables europeos, y en particular alemanes, no dejan de sucederse desde junio de 2013, cuando el exanalista de la NSA Edward Snowden divulgó decenas de miles de documentos, algunos de los cuales reflejaban el espionaje al teléfono móvil de Merkel.
Si bien en junio la Fiscalía alemana archivó el caso por “falta de pruebas”, en realidad la situación no ha hecho sino agravarse en los últimos meses, al conocerse en abril que el propio Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND, por sus siglas en alemán) ha estado colaborando con espionaje a objetivos europeos para Washington.
El escándalo ha generado tensión en el Ejecutivo germano y ha agriado las relaciones entre Berlín y la Casa Blanca, hasta el punto de convocar Alemania al embajador estadounidense a dar explicaciones la semana pasada. Pero el esclarecimiento del asunto se ve dificultado por los temores del Gobierno alemán a ver dañarse sus lazos con Estados Unidos.
En junio, el exdirector del servicio antiterrorista austríaco Gert-René Polli denunció que Alemania no ha dejado de ser un país ocupado por Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial.
mla/ncl/rba