El diputado Mustafá Bakri reaccionó a los informes sobre un eventual ataque del régimen sionista a la presa egipcia Al-Ali (antigua presa de Asuán), en un contexto de tensiones crecientes entre El Cairo y Tel Aviv debido al genocidio israelí contra los palestinos de la Franja de Gaza.
“Si Israel toma esta acción, los egipcios llegarán a Tel Aviv al día siguiente (...) no conoces bien al ejército egipcio”, enfatizó Bakri.
Además, ninguneando la capacidad militar de Israel, en un llamado a las autoridades sionistas, manfiestó: “Mira lo que les pasó a sus fuerzas a manos de HAMAS y los combatientes palestinos”.
“Si alguien se acerca a Egipto, le cortaremos los pies. Piensas que acaso Egipto se rendirá y un avión podrá despegar de Tel Aviv y llegar a Asuán. Un medio de comunicación israelí ha informado de un conflicto inminente con Egipto, y debo decirles que Egipto siempre está preparado”, aseveró el parlamentario.
Anteriormente, un medio hebreo especializado en asuntos militares afirmó que el régimen sionista podría atacar la presa de Al-Ali con misiles en el momento cero de una eventual confrontación militar con Egipto. Estos misiles u otras armas avanzadas podrían causar inundaciones al destruir el embalse.
El sitio agregó que las inundaciones podrían cubrir las áreas de Al-Aqsar y Asuán, e incluso alcanzar bases militares e instalaciones industriales a lo largo del río Nilo y, como consecuencia, morirían miles de personas.
Según estos planes belicistas del régimen israelí, la inundación llegaría a El Cairo y la vida en la región quedaría paralizada, causando la muerte a 10 millones de personas si no se emiten alertas tempranas.
La antigua presa de Asuán fue construida durante la dominación británica en Egipto, entre finales del siglo XIX y principios del XX, para fomentar el regadío y el posterior cultivo de algodón. En la actualidad, la antigua presa se utiliza como fuente de energía para una fábrica de productos químicos, al mismo tiempo que funciona como reserva en caso de una posible sequía.
Acuerdos de paz en una cuerda floja
Egipto e Israel firmaron el acuerdo de paz de Camp David en 1979, que entró en vigor al siguiente año, momento en que el régimen ocupante devolvió al país árabe la península del Sinaí, tomada en la guerra de 1967.
Sin embargo, la zona limítrofe entre ambos territorios ha presenciado varios enfrentamientos en los últimos años. Las tensiones se remontan a décadas de conflicto, ahora intensificados en el contexto de la guerra en Gaza, debido a la presencia del ejército israelí en el paso fronterizo de Rafah.
Si bien Egipto e Israel han pasado por momentos difíciles desde que se firmó el tratado de paz, este es el peor período en las relaciones entre El Cairo y Tel Aviv desde que el Abdel Fatah al-Sisi llegó al poder hace una década.
Además, Egipto ha condenado el asalto militar de Israel a Gaza, se ha negado a cooperar con los planes estadounidenses e israelíes para el desplazamiento de los palestinos al Sinaí y se ha enfrentado diplomáticamente con Tel Aviv por el empeoramiento de la crisis humanitaria en la franja palestina.
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