Sin vivienda propia, menos, servicios básicos como agua potable, electricidad o gas; tampoco poseen alcantarillado, plazas públicas, juegos o canchas deportivas, coyuntura que discrimina a quienes no tienen igualdad de oportunidades.
En épocas electorales, el pronóstico del tiempo para los cambios estructurales resulta prometedor. Sin embargo, las ofertas de los candidatos más votados, y que más dinero gastan en campañas, no se concretan.
En distintos territorios se han convocado manifestaciones por el derecho a la vivienda digna, así como sobre otras reivindicaciones urgentes, las que no son satisfechas por el sistema neoliberal.
Según el ministerio de Vivienda y Urbanismo chileno, el número de instalaciones irregulares para el hábitat de supervivencia de estos pobladores, conocidos como campamentos, llegó a 1432, lo que aumentó a 31% respecto a 2022.
Manuel Arismendi,Temuco.
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