El jefe de Operaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Afganistán, Mustapha Ben Messaoud, ha dicho este martes que actualmente 20 millones de afganos (más de la mitad de la población) necesitan asistencia humanitaria y que la mitad de ellos son niños.
En una entrevista concedida desde Kabul, capital afgana, con periodistas en Ginebra (Suiza), Ben Messaoud ha tachado de “difícil” la situación de niños afganos “gravemente desnutridos”, algunos menores de un año.
El representante de Unicef en Afganistán ha reclamado acceso sin trabas para la ayuda humanitaria y advertido de que en ausencia de la ayuda internacional urgente la vida de 10 millones de niños afganos correrá serio peligro.
En lo que va del año, agrega, más de 550 niños han muerto y otros 1400 han resultado heridos por la escalada de la violencia y los combates entre los insurgentes talibanes y el Ejército afgano, lo que supone una cifra sin precedentes desde que se tienen registros.
“Afganistán ha sido, durante muchos años, uno de los peores lugares del mundo para ser niño. En las últimas semanas se ha empeorado”, ha señalado Ben Messaoud en alusión al caos en la que se ha sumido la nación afgana tras la caída de Kabul, el domingo, a manos del grupo armado Talibán y la fuga del presidente Ashraf Qani del país.
El organismo ha expresado su preocupación de que se produzcan nuevas violaciones “graves” de los derechos humanos, entre ellas el reclutamiento de menores por parte de los talibanes.
Ben Messaoud ha pedido a todas las partes involucradas en el conflicto que respeten el Derecho Internacional y protejan a la población civil y ha enfatizado que mujeres y niños pueden pagar “el precio más alto” de la delicada situación de Afganistán.
Por este motivo, ha subrayado que “se debe poner fin a las violaciones, se deben proteger los derechos de las niñas conseguidos con tanto esfuerzo, incluido el acceso a la educación, y se debe proporcionar ayuda humanitaria a los millones de niños que lo necesitan”.
Este martes, los talibanes han decretado una “amnistía general” para todos, especialmente para los funcionarios públicos, en Afganistán, e instado a las mujeres a volver a su trabajo sin miedo a las represalias.
Sin embargo, aun se desconoce cómo será la situación de las mujeres y niñas bajo el régimen de los talibanes.
El colapso de Afganistán ha ocurrido poco después de que las fuerzas de Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que invadieron Afganistán en 2001 so pretexto de luchar contra el terrorismo, comenzaran la fase final de la retirada, entregando todas sus bases militares a las fuerzas locales.
Washington es blanco de críticas a nivel internacional por su salida irresponsable de Afganistán y por dejar solo a un aliado en momentos difíciles.
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