• Soldados estadounidenses desplegados en Afganistán
Publicada: domingo, 15 de marzo de 2015 10:38

Estados Unidos cambia los planes de reducir el número de las tropas desplegadas en Afganistán a 5500 para este año y la retirada se llevará a cabo de una forma más lenta dejando mayor cantidad de fuerzas en el país asiático, según un informe.

De acuerdo con un funcionario de la Casa Blanca, que habló en condición de anonimato con la agencia norteamericana AP, se estima que unos 9800 de los soldados estadounidense permanecerán en el territorio afgano hasta 2016.

Aun así, agregó el funcionario, aún no se ha tomado ninguna decisión al respecto, pero las discusiones están en curso acerca de mantener a las tropas estadounidenses en Afganistán o en sus cercanías, incluso mas allá del 2016.

Según el informe citado este domingo por la prensa internacional, está previsto que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aproveche la reunión con su homólogo afgano, Ashraf Qani, en la Casa Blanca, para anunciar la nueva fecha del retiro de las tropas norteamericanas de este país centroasiático.

De acuerdo con la agenda presidencial, Qani partirá Kabul, capital afgana, Rumbo a Washington (EE.UU.) el próximo 24 de marzo.

A mediados del pasado enero, el jefe estadounidense de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán, el general John Campbell, afirmó que los soldados estadounidenses permanecerán en Afganistán hasta el máximo tiempo posible.

Casi un mes de la citada fecha, el secretario de Defensa de EE.UU. Ashton Carter, dejó entrever que Obama podría cambiar el plan de retirar todas las tropas en 2016.

En el mismo contexto, Mohamad Daoud Abedi, un analista político afgano-estadounidense, ha asegurado este domingo a PressTV que la fuerzas extranjeras nunca han pretendido salvaguardar la soberanía de la nación afgana o establecer un gobierno poderoso en este país.

Ha añadido que la situación de seguridad se ha deteriorado de forma que los soldados de la OTAN tampoco pueden garantizar la seguridad alrededor de sus bases.

A finales de 2014, la Alianza Atlántica, encabezada por EE.UU., finalizó su misión de combate en Afganistán, país que invadió en 2001, bajo el pretexto de lucha contra terrorismo, una tentativa falsa que no ha reducido las amenazas de los terroristas, sobre todo los talibanes.

A pesar de la retirada de las tropas foráneas de Afganistán, al menos 13.500 efectivos militares, la mayoría estadounidenses, permanecen en el territorio afgano en el marco del polémico Acuerdo de Seguridad Bilateral (BSA, por sus siglas en inglés), sellado entre Washington y Kabul, el pasado 30 de septiembre.

La nación afgana, conmocionada por miles de civiles muertos durante las ofensivas de las fuerzas de la OTAN, las constantes redadas nocturnas de las tropas extranjeras a sus viviendas y la inseguridad extrema que vive su país, pese a más de una década de la presencia militar foránea, se opone al BSA.

Los afganos creen que este plan de Washington es una estrategia ideada para una ocupación neocolonial indefinida de su país.

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