El enviado especial de las Naciones Unidas para Yemen, Hans Grundberg, anunció en abril un pacto para un alto el fuego integral de dos meses entre la llamada coalición, encabezada por Riad, y las fuerzas yemeníes.
Las partes del conflicto acordaron detener todas las operaciones militares ofensivas. Además, Arabia Saudí prometió permitir la llegada de barcos de combustible a los puertos de la ciudad portuaria yemení de Al-Hudayda, y dejar al aeropuerto de Saná (capital) a reanudar los vuelos a destinos predeterminados en la región.
No obstante, una fuente castrense yemení, citada este jueves por la agencia local de noticias SABA, ha denunciado que, desde la entrada en vigor de la tregua, la contraparte ha violado el aludido acuerdo 5365 veces.
Estas violaciones, ha detallado la fuente, consisten en las operaciones ofensivas, intentos de infiltración, los ataques aéreos, el vuelo de los aviones de combate y de reconocimiento, agresiones con misiles y de artillería, y disparos con diversas armas.
Además, ha repudiado que, pese a lo acordado, los agresores siguen pirateando y bloqueando el país, al impedir la entrada de los buques petroleros y las operaciones del aeropuerto de Saná.
El movimiento popular yemení Ansarolá advirtió el miércoles de que la tregua acabará si la coalición agresora continúa sus violaciones contra la nación de Yemen.
Esto después de que el ejército yemení anunciara que logró haber derribado un dron tipo CH4, de fabricación china, perteneciente a la unidad aérea de la coalición saudí.
Efectivamente, Yemen ha advertido que su respuesta a la pérdida de la oportunidad de consolidar un alto el fuego será extremadamente dolorosa.
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