Así lo informó el miércoles un grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) citando el Proyecto de Datos de Yemen para las cifras de los ataques aéreos, y dijo que el pueblo yemení ha sido objeto de unos 10 ataques aéreos por día.
De hecho, en su informe, enviado al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU), un total de más de 23 000 incursiones aéreos han sido efectuados contra Yemen desde el comienzo de la brutal campaña de Arabia Saudí y sus aliados en 2015, cuales han dejado más de 18 000 muertos y heridos entre la población yemení.
Según el proyecto, una operación local de recopilación de datos, todos los ataques aéreos contra Yemen han sido llevados a cabo por la llamada coalición liderada por la monarquía de los Al Saud.
La agresión y el bloqueo impuestos por el reino árabe y sus aliados han convertido a Yemen en un “infierno”, según advierten las Naciones Unidas; no obstante, el Ejército yemení ha podido resistir y desarrollar sus capacidades militares de manera que ya es capaz de disuadir la agresión saudí, responder a sus crímenes y hasta golpear los objetivos militares y vitales de los agresores.
Las autoridades yemeníes enfatizan que sus ataques de represalia son un “derecho legítimo” del país para defender a su pueblo en esta guerra impuesta con el apoyo de EE.UU. y el Occidente, y advierten que la respuesta yemení será cada vez más dolorosa, si el reino saudí y sus aliados no ponen fin a la guerra.
Con todo, la parte yemení ha prometido suspender sus operaciones de represalia siempre que Riad ponga fin a su devastadora guerra y bloqueo, con los que tiene como objetivo restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y aplastar al movimiento popular yemení Ansarolá.
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